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lunes, 25 de mayo de 2015

UNIDAD MONOLÍTICA

Ya son 7 años en Miraflores. La Revolución de Octubre de aquél lejano 1945 se concretaba a través de El Nuevo Ideal Nacional. Había desarrollo económico y grandes obras construidas: la autopista Caracas-La Guaira, la avenida Bolívar, la Ciudad Universitaria, el Círculo Militar y el Hotel Humboldt son algunas de las bondades materiales de las que se ufana el militar andino. No había escollos ni civiles con ideas comunistas que impidieran el progreso. Todos estaban contentos: las Fuerzas Armadas, las trasnacionales petroleras, una clase media floreciente.

El agrado hacia la dictadura criolla trasciende las fronteras, al punto que el regordete personaje fue condecorado por el gobierno francés con la Gran Cruz de la Legión de Honor, y el gobierno estadounidense le impone la Legión del Mérito. Eso de la doctrina Betancourt, la democracia, la libertad de prensa, las torturas, los derechos humanos, toda esa verborrea académica e idealista ha quedado atrás.

http://www.iconosdevenezuela.com
La unidad existente entre el gobierno y las Fuerzas Armadas era monolítica, y la disidencia no representaba un riesgo latente. En el exterior fallecieron figuras prominentes como Valmore Rodríguez y Andrés Eloy Blanco.

Confiado, pues, en su obra de cemento y su férreo control sobre las Fuerzas Armadas, se somete a una consulta plebiscitaria. Las elecciones suceden el 4 de noviembre. Un gobierno tan compacto y eficiente no debería tener inconvenientes con esa formalidad. Así fue: no importó si el color de la papeleta era azul o roja, la victoria del progreso y el desarrollo estaba garantizada. Y así ocurrió.

Los hechos se precipitaron rápidamente. En diciembre, un mes y un poco más después de esa victoria incuestionable, el Arzobispo de Caracas critica fuertemente al gobierno; en enero del año siguiente se observan aviones volando sobre Miraflores; se alza Maracay, luego una huelga general, y para finales de ese mes, simplemente aquel sujeto confiado en su obra de gobierno, huía del país.

Dime de qué presumes...

Casi inmediatamente a lo señalado por el periódico Wall Street Journal, la mayoría de los órganos del Poder Público manifestaron su apoyo unánime a Diosdado Cabello. En ese mismo sentido, las Fuerzas Armadas también han jurado lealtad absoluta a este gobierno. La soberbia del poder los hace parecer invencibles, eternos.

La unidad monolítica que pregona el gobierno con los Poderes Públicos es una farsa, hay mucho descontento social y la comunidad internacional está muy pendiente de lo que sucede en Venezuela.
Los mismos verde oliva que cometen atrocidades y que hoy juran lealtad a un régimen abiertamente antidemocrático, son los mismos que huirán de madrugada o negociarán sus años de encarcelamiento.

martes, 7 de abril de 2015

EL PRAGMATISMO DE LA OPOSICIÓN VENEZOLANA
De acuerdo con la el Diccionario de la Real Academia Española, el pragmatismo es “Movimiento filosófico… que busca las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida” (http://buscon.rae.es/drae/srv/search?val=pragmatismo). Para el pragmatismo –en definitiva-, lo verdadero es lo que funciona.
Hoy, ante una Venezuela arruinada, el pragmatismo –consciente o inconscientemente- es el discurso que ofrecen algunos dirigentes políticos de oposición para salir de esta crisis. Dice ser pragmático el que aboga por la salida inmediata de Maduro, por ser el único culpable de lo que sucede en Venezuela; y también es pragmático el religioso del voto: El que sostiene que hay que votar y punto, sin importar aspectos como las condiciones electorales o la vocación parlamentaria del candidato.  
Por su parte, se critica al pragmatismo como corriente filosófica, su incapacidad de prever las consecuencias a largo plazo de las acciones tomadas inmediatamente. Se queda ahí: El pragmatismo precisa únicamente cuan eficaz es determinada idea ante determinada realidad. El resultado lo valoramos después.
Y ahí está lo falaz, lo incorrecto.
Fuente: http://i.ytimg.com/vi/tpxTLIZyzQM/hqdefault.jpg
Y ahí es donde se equivoca la oposición…
Nicolás Maduro no es el culpable de lo que sucede en Venezuela, sino la consecuencia lamentable de una forma ejercer el poder político. Los problemas estructurales de Venezuela están íntimamente relacionados con la ausencia histórica de instituciones como contrapesos al ejercicio discrecional del poder, el rentismo petrolero como instrumento de populismo y demagogia, una organización del Estado excesivamente centralizada y paquidérmica, por ejemplo. Si esos son los problemas estructurales de nuestro país, entonces ¿Dónde está el proyecto político? ¿Dónde está la alternativa a este desmadre? Y si existe ¿Por qué no se difunde? Más allá de la denuncia y de Nicolás Maduro, es necesario ofrecer un nuevo modelo político, social y económico.
Lo mismo sucede con las elecciones parlamentarias de este año. Nadie cuestiona su trascendencia para nuestro país. Sin embargo, el voto no es, ni puede ser, un ejercicio irracional a través del cual el ciudadano elige a ciegas. Son muy pero muy pocos los diputados que han ofrecido un balance de su anterior gestión parlamentaria, por ejemplo; y con la misma desfachatez con que se postulan para ser Diputados, en el 2017 optarán a Gobernadores y Alcaldes. ¿Dónde está la vocación parlamentaria? ¿Acaso no es un fraude para el elector que eligió a determinado Diputado, saber que ese mismo Diputado se postulará a Alcalde o Gobernador? ¿Por qué tenemos que aceptar el “pónganme donde haiga” como formar de hacer política? Lo “pragmático” nos obligará a votar por los mismos que se empeñan en ser candidatos para todos los cargos de elección popular, pero ¿Realmente ese es el modelo de hacer política que anhelamos como sociedad?
Sin una visión clara de país, lo “pragmático” hace que la oposición se parezca al modelo político que dice criticar.
También puedes escuchar este artículo haciendo clic en el siguiente enlace:


sábado, 23 de agosto de 2014

FALSAS EXPECTATIVAS


FALSAS EXPECTATIVAS

Partidos de la Mesa de la Unidad. 


No se trata de levantar trabas frente a hechos que todavía no han sucedido.


Celebro la intención de la MUD en comenzar a generar una mayoría social y política de cara a los comicios legislativos de 2.015. Eso es lo que han tenido que hacer desde hace algún tiempo y lo que realmente el país espera de ustedes: madurez política.


Pero no se olviden de las falsas expectativas que quieran generar. Y tengo que hablarles a ustedes, dirigentes de partidos y militantes, porque para eso son partidos políticos; porque su rol en la sociedad les lleva a asumir responsabilidades históricas, como las que hoy demanda Venezuela.


Ya la MUD no es la misma del 2.009. Tiene en su haber victorias importantísimas, pero también derrotas muy dolorosas. Y justamente, las derrotas han sido dolorosas porque se ha querido asaltar el cielo y la caída ha sido estrepitosa. Han generado expectativas cuyos resultados no han sabido afrontar.


Tampoco la oposición y su núcleo de apoyos es la misma. Ya no es eufórica, fanática. 


Por un lado, a la oposición se la ha sumado un grupo social al cual no hemos (ustedes, los dirigentes y militantes de partidos, y nosotros, la ciudadanía, igualmente corresponsables) incorporado con inclusión y con un discurso contentivo de una visión país: es el chavismo descontento; el que está convencido que Maduro no es una opción, pero ¿Qué le hemos ofrecido nosotros? Para bien o para mal, el chavismo defiende al Socialismo del Siglo XXI, y en cambio, ¿Qué defendemos nosotros? 


 Y por el otro lado, también tienen una oposición social más consciente. Ahora, los opositores (moderados o no) somos más críticos de ustedes, porque también queremos, entre otras demandas, una visión de país; porque quienes teníamos 10 años en 1998, hoy tenemos 25 años, y nuestro futuro vale mucho como para que se nos vaya por corresponsabilidad de una oposición que no entiende su circunstancia histórica con Venezuela. Ustedes viajaron con RECADI y supieron de los beneficios de FUNDA AYACUCHO sin distinciones sociales ni políticas. La mayoría de los jóvenes venezolanos, por ejemplo, no. Peor aun, la mayoría de los jóvenes del país no tienen empleo ni condiciones materiales de desarrollo. Y es muy probable que así suceda con la oposición de a pie y los profesionales que tienen entre 30 y 45 años. 


Esta oposición social se ha cansado de ser los tontos útiles que siempre  votamos en contra del gobierno, participamos en exit pools, somos miembros de mesas, panfleteamos, a los que nos reprimen y encarcelan,  pero que igual se nos dice con asombrosa desfachatez que somos una mayoría insuficiente. De manera que el apoyo de la oposición social ya no es un cheque en blanco que se conforma con un discurso motivador ni una marcha en la avenida Francisco de Miranda.


Se los digo y les reviro sin complejos: O asumen la responsabilidad histórica al cual están llamado  a asumir, o esta mayoría insuficiente los arropará. No crean que esta crisis social que atraviesa Venezuela afecta al gobierno únicamente. 


Espero que se nos diga próximamente cómo presionaremos al gobierno por un CNE imparcial, o cómo asumiremos un CNE arbitrario, por ejemplo. Y así, otros tantos temas que deben resolver. 


No se preocupen, Venezuela pone los votos y su indoblegable voluntad democrática. No lo duden. Al menos los jóvenes venezolanos nos volcaremos a las elecciones parlamentarias como el futuro hecho presente que encarnamos como sector social para este país. Pero ustedes hagan lo propio como dirigentes.


Cuidado con las falsas expectativas, porque ni ustedes, ni nosotros, ni Venezuela, somos los mismos.

jueves, 20 de marzo de 2014

UNA EXIGENCIA A LOS PARTIDOS POLITICOS

Los Partidos Políticos son las instancias por excelencia para la expresión y exigencia de reivindicaciones sociales, representan la pluralidad de pensamiento, promueven el diálogo entre los distintos sectores sociales y funcionan como conectores entre la sociedad y el Gobierno.

En Venezuela, pese a nuestra historia militarista, los Partidos Políticos han ejercido una labor fundamental en la construcción de la democracia. Durante la primera mitad del siglo XX, y operando desde la clandestinidad, fueron los artífices del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, denunciaron los excesos del régimen y se encargaron de canalizar el descontento popular y convertirlo en acciones concretas que culminaron en la instauración del sistema democrático de gobierno.

Actualmente, Venezuela atraviesa una profunda crisis social económica y política. Durante el último año los venezolanos hemos visto cómo los anaqueles se quedan sin comida, hemos sentido el impacto de la inflación en nuestros bolsillos, hemos sido víctimas directas de la inseguridad, hemos sido testigos la manipulación de los poderes públicos por parte del Presidente de la República.

Adicionalmente, en los últimos días las protestas sociales han dejado un saldo de 30 venezolanos fallecidos, más de 1.100 detenciones y al menos 25 casos documentados por violaciones de derechos humanos por parte de los órganos de seguridad del Estado venezolano. Criminalización de la protesta, detenciones arbitrarias, abusos, tortura, empleo excesivo de la fuerza, han mostrado la verdadera cara del Gobierno Nacional.

Consideramos realmente preocupante que, pese a la grave situación que atraviesa Venezuela, los Partidos Políticos no están cumpliendo el rol histórico que están llamados a desempeñar en la difícil crisis social, política y económica que vive nuestro país.
En las circunstancias actuales creemos que no es suficiente que los Partidos se limiten a hacer declaraciones oficiales en los medios de comunicación, ni a convocar a marchas los fines de semana. Los Partidos Políticos no pueden conformarse con ser simples espectadores de las protestas convocadas por los diversos sectores de la sociedad.

Hoy, los venezolanos les exigimos a los Partidos Políticos que asuman decididamente la lucha social y política para el rescate de la democracia venezolana. Les exigimos que lleven los mensajes de protesta a todos los rincones de Venezuela, que sean los verdaderos canalizadores de la protesta social, que difundan sus propuestas, que lleguen a esos venezolanos que son víctimas de la intimidación gubernamental y que hoy no protestan por miedo a represalias.

Los Partidos Políticos no deben limitarse a aparecer en las campañas electorales, su labor es continua y prolongada en el tiempo, por lo cual exigimos que desplieguen toda su maquinaria de militantes y voluntarios que normalmente usan para buscar votos en los comicios electorales, con el fin de cumplir su obligación histórica de acompañar y defender a los venezolanos en su lucha por la democracia.

Con estas exigencias, lejos de promover la llamada “antipolítica” o el llamado “antipartidismo”, buscamos rescatar la verdadera razón de ser de los Partidos Políticos, y lo hacemos pues consideramos que manteniendo una postura indiferente frente a la situación actual, los mismos Partidos están desvirtuando su función y su significado.¡Es su momento de reivindicarse con Venezuela!

Por estas razones es que hacemos un llamado a los dirigentes y militantes de los Partidos Políticos a que sean los canalizadores y difusores de las protestas en consejos comunales, cooperativas, sindicatos, estudiantes, gremios, en fin que lleven a todo el pueblo venezolano la protesta social y la acción política como la vía necesaria para el rescate de nuestra democracia.


@protestayaccion

domingo, 27 de octubre de 2013

EL PLEBISCITO DE CAPRILES.


El pasado lunes 21 de octubre, Henrique Capriles dijo en una Asamblea de ciudadanos en Caracas que las próximas del 8D debían convertirse en un plebiscito (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/131021/capriles-el-8d-debe-convertirse-en-un-plebiscito).

 Pero ¿Qué es un plebiscito? ¿Por qué Capriles dijo eso?

Usualmente se emplea el plebiscito para aludir al voto popular de aprobación o rechazo, que generalmente recae sobre aspectos vinculados, a actos políticos o decisiones tomadas por el gobernante.

Venezuela viene de atravesar unas elecciones presidenciales de resultados cuestionables y cuyo margen de “victoria” a favor de Maduro fue muy estrecho. De manera que, después del 16 de abril quedan en pugna dos modelos de liderazgo que buscan terminar de consolidarse. Y son las elecciones municipales el evento electoral que permitirán a Capriles como a Muduro medir el impacto de su liderazgo en la política venezolana.

En el caso de Capriles, cuando dijo que estas elecciones debían convertirse en un plebiscito, lo hizo en referencia a Nicolás Maduro. Es decir, que la votación en los municipios este 8D, sea el reflejo de un descontento nacional caracterizado por una corrupción  gubernamental descarada, altas cifras de criminalidad y una grave crisis económica, cuyo responsable directo es Nicolas Maduro.

Sin embargo, las venideras elecciones también significan un plebiscito para Henrique Capriles. No ganar las alcaldías previstas por la MUD (aproximadamente entre 100 y 120), y una baja participación de la oposición, son factores que pondrían en duda su liderazgo en lo interno de la oposición. Debe tenerse presente que históricamente las elecciones municipales están marcadas por cifras de regular participación, que sumado al complejo y poco motivador panorama que vive el país actualmente, podrían terminar generando resultados pocos satisfactorios para la MUD.

Ahora, considerando la tradición personalista de nuestro país ¿Es gratificante ver a Capriles recorriendo a Venezuela sirviendo de portaaviones? En lo absoluto. Precisamente, verlo levantarle la mano a cualquier cantidad de candidatos a Alcaldes, me hace recordar al propio Chávez años atrás. Al final (con sus abismales diferencias), se trata de un liderazgo que trata de ser endosado a otra persona.

Sobre la base de la pregunta anterior ¿Hubiese tenido Capriles otra alternativa? Simplemente no. Es decir, habiéndose erigido como una figura nacional en la política venezolana, naturalmente, ahora trata de consolidar su estatus de líder en cada evento o suceso político de envergadura nacional para nuestro país.

No estoy de acuerdo con el carácter plebiscitario que tienen las elecciones municipales del 8D por dos razones muy sencillas: La primera de ellas, su carácter personalista. Y en segundo lugar, el carácter plebiscitario de estas elecciones, lejos de fortalecer a los liderazgos locales, los disminuye, los ensombrece, los reduce a una mano levantada y a una foto en la valla de una autopista, a la foto retocada en una computadora, a una propuesta vacía que aboga por el “cambio” o por el “trabuco del progreso”.
Pero no hay duda, el 8D serán unas elecciones plebiscitarias.


… Y también será el plebiscito de Capriles.

sábado, 24 de agosto de 2013

EL CINISMO DE ELEAZAR DIAZ RANGEL

En artículo del pasado 18 de agosto, Eleazar Diaz Rangel, Director del periódico Ultimas Noticias, dijo lo siguiente: "No es exagerado afirmar que ningún Presidente venezolano ha mostrado mayor disposición por combatir la corrupción que Nicolás Maduro...convocó al Consejo de Estado, que nunca antes se había reunido, para llevarle el problema y solicitar su cooperación, la de la Asamblea Nacional, de otras instituciones del Estado y del país todo. Cooperación que está pidiendo a toda la sociedad, al pueblo, aunque deben ofrecerse los mecanismos y garantías de confidencialidad para formular denuncias de eventuales casos de corrupción".

¿El “Presidente” que más disposición ha mostrado en la lucha para combatir la corrupción? Resulta, no exagerado, sino simplemente un absurdo hacer una afirmación. Por eso titulé este artículo “El cinismo de Eleazar Diaz Rangel.

¿Dónde quedaron las afirmaciones del Walid Makled sobre la red de narcotráfico en la que estaban involucrados altos funcionarios? ¿El caso Antonini? ¿Las denuncias de corrupción en contra del Presidente de la Asamblea Nacional y su hermano?   ¿el caso de PDVAL y los contenedores con comida podrida? ¿Nos acordamos de los Fundos Zamoranos cuando el ministro de agricultura era Elias Jaua? ¿Y los millones (o millonas, de acuerdo a la jerga oficial)  de dólares que han desaparecido de CADIVI a través de empresas de maletín? ¿Nos acordamos de la banda “los enanos”? ¿Y quien ha rendido cuentas en PDVSA? ¿DÓNDE ESTÁN LAS AVERIGUACIONES POR EL VIDEO DE MARIO SILVA?

Resulta que también es de cínicos asumir que la lucha contra la corrupción es una intención sincera y noble, cuando se tiene a todos los Poderes Públicos sumisos a  la voluntad del Ejecutivo Nacional. ¿Dónde se encuentra la imparcialidad de la Contraloría General? ¿Quién se atrevería a defender la pulcritud de las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia?

Señor Rangel: El desmembramiento institucional tiene responsables directos en la estructura organizativa del Estado, y muy pero muy en particular, en los ministros que hoy forman parte del actual gobierno,  quienes hoy encarnan la personificación del abuso de poder y la malversación de fondos públicos. Entiéndalo, detrás de la estafa del fondo chino, las numerosas denuncias de irregularidades en el SENIAT, todas las empresas de maletín que existen en CADIVI, detrás de todo eso, hay ministros, diputados y militares que hoy desvergonzadamente dicen estar comprometidos en la lucha contra la corrupción. Que ellos luchen contra la corrupción,  es como nombrar la soga en la casa del ahorcado. 


Es por esto, que su artículo es un acto burdo de cinismo hacia sus lectores.

sábado, 3 de agosto de 2013

RICHARD MARDO, INMUNIDAD Y VALORES CONSTITUCIONALES

La manera de cómo la Asamblea Nacional allanó la inmunidad parlamentaria del diputado Richard Mardo tiene graves consecuencias constitucionales para el país, sobre lo cual es imposible no dejar una postura firme.

El caso del diputado Richard Mardo no atiende únicamente al debate  sobre la cantidad de votos que requiere el órgano legislativo nacional para separarlo de cargo. Creo que hay un aspecto de fondo mucho más importante, y es el concerniente a los valores que consagrados en nuestra Constitución.

Imagen tomada de http://www.panorama.com.ve
Así las cosas, comienzo por acotar que la Asamblea Nacional significa para el ciudadano, esa instancia constitucional que se erige como el centro del debate político del país. De su seno, nada más y nada menos,  emana los actos normativos que regularán los diversos aspectos de la cotidianidad del venezolano. De tal manera, y en atención a la importancia de los debates que surgen en ese órgano del Poder Público, sus miembros -quienes son electos por mandato popular-, deben tener las suficientes garantías para que sus opiniones respondan a la voluntad de sus electores, pero también a su conciencia. Nada más.

El párrafo anterior encuentra su fundamento en el análisis concatenado de los artículos 7, 2, 6, 199 y 201 constitucionales, que a grandes rasgos establecen: a) Nuestra Constitución “es la norma suprema” de nuestro ordenamiento jurídico (art. 7); b) dentro de los “valores superiores” que propugna nuestra Constitución, se encuentra el “pluralismo político” (art. 2 y 6); y c) los diputados de la Asamblea Nacional son electos por voto popular, y como representantes del pluralismo político del país ante la Asamblea Nacional, son responsables únicamente ante sus electores y a su conciencia (art. 186, 199, 200 y 201).

Por lo sostenido precedentemente, es que actualmente cobra la importancia la figura de la inmunidad parlamentaria, pues esta se presenta como garante del pluralismo político que ejerce el diputado en el hemiciclo legislativo; su naturaleza tiende a proteger al parlamentario de cualquier arbitrariedad que pretenda disminuir su investidura en razón de sus opiniones políticas. De allí que se establezca en el artículo 199 constitucional “Los diputados a la Asamblea Nacional no son responsables por votos y opiniones  emitidos en el ejercicio  de sus funciones”.

De acuerdo a lo anteriormente sostenido, y dada la importancia que reviste la inmunidad parlamentaria como garante del pluralismo político en el seno de la Asamblea Nacional, es fácil advertir que cualquier procedimiento que pretenda allanar la inmunidad parlamentaria de un diputado, debe ir más allá de la simple suma de los diputados que estén a favor en allanarla. Todo lo contrario: Debe existir un acuerdo convincente entre los diputados para privar a determinado diputado  de dicha inmunidad, reitero, motivado a la importancia que representa la inmunidad parlamentaria en nuestro ordenamiento constitucional y su estrecha vinculación con nuestros valores constitucionales. En atención a lo anterior, lo razonable es que la inmunidad parlamentaria debe ser allanada con el voto de las dos terceras partes de los diputados presentes, como establece el artículo 187 numeral 20 constitucional.

Mi postura es clara: Yo abogo por Richard Mardo, no por lo que significa para una tendencia política, sino por los valores que encarna su investidura de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico constitucional y para la democracia.


domingo, 14 de julio de 2013

MUCHAS PREGUNTAS Y POCAS RESPUESTAS

Sobre nosotros como oposición.

¿Son ideas mías, o como oposición nos sentimos desmovilizados? ¿Hacia dónde vamos ahora? ¿Por qué nos desmovilizamos si somos mayoría y este gobierno es ilegítimo? ¿Cuál es nuestra meta en términos políticos? ¿Las parlamentarias del 2.015? ¿El revocatorio del 2.016? ¿Las presidenciales del 2.019? ¿Qué pasa que no capitalizamos el descontento que hay actualmente? ¿Qué somos como oposición?

Sobre la cuestión nacional

¿Y nuestro discurso sobre lo nacional? Mejor dicho ¿Qué proponemos? ¿Cómo lo solucionamos? ¿Qué sugerimos? Si hay tantas carencias, ¿Dónde están donde nuestras propuestas? ¿Dónde está ese discurso que nos aglomere al unísono? Inflación, corrupción, inseguridad, desabastecimiento, alto costo de la vida: Hay mucho material para organizar a la sociedad en torno a un discurso político esperanzador sobre la base de temas sensibles y cotidianos. Creo que hace falta, no que seamos oposición, sino que nos asumamos como proposición. ¿Cómo  conciliar un discurso que ataque fuertemente la ilegitimidad que representa Nicolás Maduro, acompañado con la propuesta de solucionar carencias específicas de la ciudadanía? ¿Dónde queda la protesta pacífica, la calle, la lucha por reivindicaciones sociales? ¿Acaso no son herramientas válidas de lucha?

Sobre las elecciones municipales

En esta lucha que ahora libramos de cara al 8D ¿Dónde queda la exigibilidad de condiciones electorales? ¿Cuántas alcaldías pretendemos ganar realmente con este CNE? ¿Por qué  la protesta pacífica y las elecciones municipales parecieran ser ideas opuestas, cuando perfectamente pudieran complementarse? ¿No crees que no exigir condiciones justas también pueda generar un efecto negativo en el electorado? ¿Y si hay fraude nuevamente?

Si las próximas elecciones están planteadas como un plebiscito en torno a tu figura, ¿qué sucedería si tu influencia sobre el resto de los candidatos no resulta ser la que esperabas?  ¿Qué pasará si el liderazgo que representa tu persona no puede ser endosado tan fácilmente? Chávez trato de ser el portaaviones de Diosdado, y perdió, y también salió derrotado por Antonio Ledezma en la Alcaldía Metropolitana.
Sí, es cierto, todos somos responsables en esta lucha, pero indudablemente unos más que otros. No fuiste el único que dejó el pellejo el 14 de abril.

Son muchas preguntas y pocas respuestas…

sábado, 6 de julio de 2013

AGENTES DE CAMBIOS O TONTOS UTILES


La protesta pacífica y el uso de la no violencia siempre han sido instrumentos cuestionados en la lucha contra regímenes autoritarios. Su empleo depende, en mayor o menor medida, de su efectividad en determinadas circunstancias. Pero en ningún momento son instrumentos rechazados de plano.

En Venezuela sucede todo lo contrario. La articulación de la protesta y  el empleo de la no violencia para alcanzar objetivos políticos, es sinónimo de agrio y visceral repudio, como si fueran acciones condenadas al fracaso; como si en el mundo no existieran experiencias positivas que demostraran lo contrario.

Venezuela acaba de transitar por unas elecciones presidenciales marcadas por la ilegitimidad, y ante esas circunstancias, se convocan para el 8 de diciembre a unas elecciones municipales sobre las mismas condiciones que permitieron que Nicolás Maduro llegara a Miraflores. Sin embargo, el debate no debe conducirnos a la disyuntiva de si asistir o no a las próximas elecciones municipales, porque la decisión es contundente y obvia: hay que votar, y lo haremos masivamente.

El planteamiento es sencillo: para el que el voto masivo del 8 de diciembre sea fiel expresión de la voluntad ciudadana, es necesario exigirle al CNE condiciones electorales justas. Y es a través de la protesta cívica y pacífica, la presión social, la organización ciudadana, las herramientas que nos permitirán asumir el 8 de diciembre con más optimismo.

La democracia no es el ejercicio religioso y dogmático del sufragio, como si éste fuese la única vía de alcanzar reivindicaciones sociales y políticas. La democracia también es organización social, protesta de calle, empoderamiento ciudadano. No podemos seguir siendo una oposición borrega que sólo se moviliza en los momentos electorales; también nos corresponde defender  este país, y hacer valer nuestras exigencias en la calle.

¿Qué sucede, me pregunto, cuando el voto se vuelve una herramienta inefectiva en la lucha por la democracia? Reitero, el planteamiento es sencillo: La efectividad de 8 de diciembre dependerá de la exigencia de condiciones electorales justas e imparciales. Si no contamos con la imparcialidad del CNE, ¿con cuales herramientas cuenta el ciudadano?
Los días posteriores al 14 de abril, no sólo significaron la consumación de un grosero y evidente fraude electoral, sino que también fue un periodo en el que lamentablemente fallecieron personas, botaron descaradamente a numerosos empleados públicos, estudiantes con la cara ensangrentada por el abuso militar,  decenas de heridos. Y ahora, ¿A ellos se les dice que las verdaderas elecciones nacionales son el próximo 8 de diciembre? ¿Sin protesta? ¿Sin exigir condiciones justas? En estas circunstancias, realmente cuesta asumir las próximas elecciones como “nacionales”.

Yo felicito a quienes hoy son candidatos a alcaldes y concejales para el 8 diciembre. Ojalá ellos encarnen el cambio definitivo que busca Venezuela. Pero ojalá que no se conviertan en los tontos útiles que el gobierno necesita para legitimarse ante el país y el mundo.

Todo depende de lo que hagamos antes del 8D.

jueves, 21 de marzo de 2013

EL DISCURSO POLÍTICO DE NUESTRA HISTORIA CIVIL


 El planteamiento de un discurso político sustentado en nuestra historia civil, pudiera darnos luces  de cómo abordar y salir de la crisis política que atravesamos actualmente.

Nuestra historia ha tenido un profundo arraigo en lo militar y lo heroico, sustentado en una historiografía que a lo largo del siglo xix y buena parte del xx, se encargó en la idealización y exaltación de la Venezuela independentista y sus héroes militares, cuya figura más importante, obviamente, es El Libertador, Simón Bolívar.

 En este contexto, nuestra clase política no ha sido  ajena a esta visión de la historia, y el discurso político venezolano, por un lado, ha girado en torno al pensamiento de Bolívar; y por el otro, nuestros dirigentes han buscado la manera de emular al liderazgo mesiánico de nuestros caudillos militares y próceres independentistas…y nosotros, como sociedad, lo hemos aceptado y asumido como parte de nuestra cultura política. Antes y ahora.

Andrés Bello.
Y Justamente, hoy más que nunca, el pensamiento de Bolívar ha servido de justificación para un gobierno corrupto y  abiertamente opuesto a la alternabilidad en el poder (irónicamente, nada más contrario al pensamiento de Bolívar).

Sin embargo, recordemos que también somos la historia de importantes hombres civiles, que sin alzamientos, proezas militares, ni caudillismo, le han dado  a Venezuela numerosos logros. El siglo xix no solamente fue la época de Bolívar y Miranda; también fue la época de Andrés Bello, Simón Rodríguez, José María Vargas, Tomás Lander, Juan German Roscio, Fermin Toro, Cecilio Acosta, y en nuestro siglo xx vivieron venezolanos como Mario Briceño Iragorri, Mariano Picón Salas, Caracciolo Parra Pérez, Rómulo Betancourt.

En tal sentido, plantear el discurso político venezolano sobre la base de nuestra historia civil, implica además, una nueva forma de hacer política: Se nos presenta como un discurso inclusivo y de reconocimiento al aporte realizado por numerosos venezolanos desde su ámbito de desarrollo; que  apela a  la supremacía de las instituciones y el respeto de la ley, en contraposición al culto de la personalidad y al caudillismo; aboga por la obtención del poder político en forma democrática, frente al alzamiento militar y el derramamiento de sangre; y reconoce que la labor de nuestros ciudadanos ocupa un tiempo y espacio determinado,  frente al perenne intento que tenemos de querer vivir  de lo militar y lo grandioso.

Nuestra historia civil, es la historia de logros educativos, culturales, económicos, científicos, en  ingeniería, arquitectura; es una historia amplia, que también alimenta nuestra identidad como venezolanos, forma parte de nuestras raíces,  y como parte de nuestra venezolanidad, debemos hurgar en sus aportes para afrontar la crisis que vivimos actualmente.


miércoles, 26 de diciembre de 2012

PARA MI GENERACIÓN

El 16 de diciembre fue la muestra de lo difícil que es construir un liderazgo...en las regiones.

Eso que llamamos UNIDAD; por la que votamos en febrero, pues, parece un cascarón hueco, en el que nuestro único consuelo pareciera haber sido la victoria de Enrique Capriles. Y en vísperas de un inminente cambio de gobierno, eso que llamamos generación de relevo, renovación política, cede en importancia...y lo relegamos a un segundo plano.

Y la verdad, fue muy grave lo que sucedió. Es incuestionable el ventajismo electoral; que la fecha propició la abstención; que la aparición del cancer en el Presidente originaría un apoyo sentimental en las bases chavistas; y que incluso, aun en el escenario más optimista, perderíamos la mayoria de las gobernaciones. Pero fíjense, no miramos la paja en el ojo ajeno, y sucedió algo más grave: esos liderazgos que se presentaban como la alternativa del cambio; esos, que criticaban con tanta dureza al chavismo sin gestión regional; esos...perdieron.

A la UNIDAD se le olvidó ser UNIDAD como proceso político y como propuesta de país; como propuesta de una Venezuela para los 23 Estados de la República. Y para mi generación, esa del 85' pa acá y que ya puede acceder a cargos de elección, es más dolorosa  la situación: simplemente porque somos la generación de relevo, y seguimos viendo cómo se quieren manejar las candidaturas en las regiones como una barajita de beisbol que pueden intercambiarse entre sí.

Venezuela no es Caracas, y no progresaremos como propuesta de país si no existen liderazgos regionales emergentes que sustituyan a los eternos liderazgos. No podemos seguir teniendo candidatos "toderos" para alcaldes, gobernadores, y diputados; ni candidatos eternos en los llanos; ni familias dinásticas. O renovamos, o seguiremos siendo más de lo mismo.

Quizá este mensaje deba ser no para el ciego que no puede ver, sino justamente para aquel que pudiendo ver, sencillamente permanece con los ojos cerrados.

Simplemente no podemos pedirles a los Romer en Carabobo; a Andrés Velasquez; a Luis Lippa; y en general a los eternos candidatos a diputados/alcaldes/gobernadores, que por un actitud de generosidad política, den paso a las nuevas generaciones. Simplemente no lo harán. Pero nosotros, sí podemos tomar la decisión de hacer algo, y asumirnos como lo que somos: el futuro hecho presente.