domingo, 5 de abril de 2015

FALSO HEROÍSMO
Lo peor que puede ocurrir es un desenlace violento como solución a esta crisis; que quienes hemos vivido la humillación de hacer cola, los que hemos sido víctima de la delincuencia, los jóvenes que no tienen empleo, la ama de casa, el taxista, el chófer de buseta, el obrero,  el venezolano empobrecido en general, digamos basta y salgamos a las calles para drenar el resentimiento y la desesperación que genera vivir en la Venezuela del 2015.
A eso estamos expuestos.
Basta una mirada al supermercado Bicentenario ubicado en Plaza Venezuela a las siete de la mañana, por ejemplo. Quisieron esconder las interminables colas en el estacionamiento, y aun así, es tanta la cantidad de gente que necesita productos básicos, que ahora las colas desbordan al propio estacionamiento y vuelve a hacerse visible ante los ojos de quienes vamos en buseta o en vehículo propio.
Fuente: www.aporrea.org
Es la tranquilidad del desesperado…a punto de estallar.
Y  los he escuchado decir con aires de analistas conspicuos “…aquí tiene que haber un baño de sangre, un Caracazo para que esto caiga…”; o con ínfulas de heroísmo del siglo diecinueve afirman que “¡¡¡…hay que volcarnos a las calle hasta que esto se acabe!!!” Ajá, claro, ¿Y quién pone los muertos? ¿Tú? ¿Cómo funciona ese razonamiento? ¿Hay una maquinita que el día de la gran concentración contabiliza los fallecidos realistas y al mismo tiempo nos informa que el gobierno ya cayó o está a punto de caer? ¿Así o más racional?
Venezuela no necesita de héroes, ni discursos que den en la llaga del resentimiento y las frustraciones no alcanzadas, ni sucesos que hagan borrón en cuenta nueva. No necesitamos de caudillos, sino de ciudadanos, de venezolanos; requerimos un enorme acuerdo social, político y económico que nos permita avanzar juntos. ¿Y cómo lo logramos? ¿Con discursos viscerales que nieguen nuestra propia realidad? ¿Qué hacemos, negamos al chavismo  y listo?
Apostar por la vía electoral no es un absurdo, sino la forma menos traumática de salir juntos de esta crisis; es la ciudadanía expresando su voluntad de forma pacífica; voluntad que también debemos estar dispuesta a defenderla.  Es de los pocos dejos de civilidad a través del cual podemos expresar nuestras ansias de cambio.
Este gobierno ha usado a las elecciones para legitimar su  autoritarismo. Ahora la situación ha cambiado: estas las elecciones pudieran significar el antecedente pacífico de su caída. Y lo habremos hecho juntos, sin muertos, sin hablar de muertos en tercera persona, sin falsos heroísmos.

No hay comentarios: