El pasado lunes 21 de octubre, Henrique
Capriles dijo en una Asamblea de ciudadanos en Caracas que las próximas del 8D
debían convertirse en un plebiscito (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/131021/capriles-el-8d-debe-convertirse-en-un-plebiscito).
Pero ¿Qué es un plebiscito? ¿Por qué Capriles
dijo eso?
Usualmente se emplea el plebiscito para
aludir al voto popular de aprobación o rechazo, que generalmente recae sobre
aspectos vinculados, a actos políticos o decisiones tomadas por el gobernante.
Venezuela viene de atravesar unas elecciones
presidenciales de resultados cuestionables y cuyo margen de “victoria” a favor
de Maduro fue muy estrecho. De manera que, después del 16 de abril quedan en
pugna dos modelos de liderazgo que buscan terminar de consolidarse. Y son las
elecciones municipales el evento electoral que permitirán a Capriles como a
Muduro medir el impacto de su liderazgo en la política venezolana.
En el caso de Capriles, cuando dijo que estas
elecciones debían convertirse en un plebiscito, lo hizo en referencia a Nicolás
Maduro. Es decir, que la votación en los municipios este 8D, sea el reflejo de
un descontento nacional caracterizado por una corrupción gubernamental descarada, altas cifras de
criminalidad y una grave crisis económica, cuyo responsable directo es Nicolas
Maduro.
Sin embargo, las venideras elecciones también
significan un plebiscito para Henrique Capriles. No ganar las alcaldías
previstas por la MUD (aproximadamente entre 100 y 120), y una baja participación
de la oposición, son factores que pondrían en duda su liderazgo en lo interno
de la oposición. Debe tenerse presente que históricamente las elecciones
municipales están marcadas por cifras de regular participación, que sumado al
complejo y poco motivador panorama que vive el país actualmente, podrían
terminar generando resultados pocos satisfactorios para la MUD.
Ahora, considerando la tradición personalista
de nuestro país ¿Es gratificante ver a Capriles recorriendo a Venezuela
sirviendo de portaaviones? En lo absoluto. Precisamente, verlo levantarle la
mano a cualquier cantidad de candidatos a Alcaldes, me hace recordar al propio
Chávez años atrás. Al final (con sus abismales diferencias), se trata de un
liderazgo que trata de ser endosado a otra persona.
Sobre la base de la pregunta anterior
¿Hubiese tenido Capriles otra alternativa? Simplemente no. Es decir, habiéndose
erigido como una figura nacional en la política venezolana, naturalmente, ahora
trata de consolidar su estatus de líder en cada evento o suceso político de
envergadura nacional para nuestro país.
No estoy de acuerdo con el carácter
plebiscitario que tienen las elecciones municipales del 8D por dos razones muy
sencillas: La primera de ellas, su carácter personalista. Y en segundo lugar,
el carácter plebiscitario de estas elecciones, lejos de fortalecer a los
liderazgos locales, los disminuye, los ensombrece, los reduce a una mano
levantada y a una foto en la valla de una autopista, a la foto retocada en una
computadora, a una propuesta vacía que aboga por el “cambio” o por el “trabuco
del progreso”.
Pero no hay duda, el 8D serán unas elecciones
plebiscitarias.
… Y también será el plebiscito de Capriles.
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