martes, 30 de abril de 2013

Sobre los sucesos del 24 de enero de 1848, llamado también "el fusilamiento del Congreso" Ramón Guillermo Aveledo (2.005), dice: " [a partir del 24.1.1848] se inicia en Venezuela un período sangriento y empobrecedor de guerras civiles que sólo concluirán en 1903". 

Creo que no tenemos idea de la gravedad de los sucesos ocurridos en la Asamblea Nacional el 30.4.2.013 (o al menos yo me estoy dando cuenta es en este momento, cuando me dedico a leer y conocer un poco más sobre mi país): Al igual que en 1848, esa ha sido la constante de nuestra historia política: el triunfo de miseria y la violencia, sobre la racionalidad y el civismo. Nuestas instituciones siempre pisoteadas por el miserable que emplea la violencia. Por el caudillo "arrecho".

Obviamente, las causas del fusilamiento del Congreso en 1848 fueron muy distintas a lo acontecido en la Asamblea hace pocas horas. Sin embargo, lo que resalto -a modo de similitud-, es el empeño de que nuestra historia está marcada por hechos como este. Somos la historia de cómo el caudillismo y "el más bravo", siempre está por encima del diálogo y el respeto a la ley. Nuestros 40 años de democracia son un parpadeo frente a los 160 años de violencia que han caracterizado a nuestro siglo xix y xx.

Somos la eterna paradoja del sapo en la sartén: estamos en la constante creencia que se puede estar peor....y mientras tanto, suceden y suceden cosas peores. 

Ojalá podamos tomar las riendas de este país, pero pronto. Sería vergonsozo tener que verle la cara a nuestras próxima generaciones, y auparlos a que luchen por una batalla que debimos librar nosotros en su momento; esa batalla que estamos librando hoy.